Cada pieza que ves aquí es un fragmento de mi universo: un pequeño refugio de colores, texturas y bordados que laten como poesía hecha objeto. No son simples accesorios, son amuletos, pedacitos de historia que nacen de mis manos y llevan consigo la fuerza de lo artesanal. Este espacio es mi voz en forma de tela, mi manera de transformar lo cotidiano en algo único y lleno de sentido. Si entras, no solo verás carteritas: descubrirás un mapa íntimo de mi identidad convertido en creación.
Mis raíces están en lo artesanal: en el gesto lento de las manos, en los hilos que dibujan relieves, en la paciencia de transformar la materia en poesía. Creo en el poder de lo hecho a mano, en los objetos que llevan huellas, en las piezas que no se repiten porque nacen de un instante irrepetible. Mi camino es el de explorar formas, texturas y colores que cuentan historias, creando piezas pequeñas pero intensas, donde conviven lo cotidiano y lo onírico. Con cada creación busco tender un puente entre tradición y contemporaneidad, entre lo íntimo y lo colectivo, entre el arte y el cuerpo que lo habita.
Caleidos nace del encuentro entre hilo y luz, un pequeño universo bordado a mano con cuentas de colores que parecen capturar fragmentos de cielo y destellos de memoria. Cada puntada guarda el tiempo y la paciencia de manos que crean con amor, transformando la materia en un tesoro portátil.
Con sus 23 cm de ancho, 18 cm de altoy 10 cm de profundidad, Caleidos abraza lo esencial: tus objetos más queridos encuentran en ella un refugio lleno de color y delicadeza. Cada curva, cada destello, cuenta una historia de inspiración, de tradición artesanal y de la libertad de lo contemporáneo.
No es solo una carterita; es un diálogo entre arte y vida, un relicario de momentos, un gesto de belleza que acompaña tu día a día. Llevar Caleidos es llevar contigo un fragmento de historia, un reflejo de creatividad y un susurro de poesía que transforma lo cotidiano en extraordinario.